El Ceibo, Flor Nacional

La flor del ceibo, es la flor nacional del Uruguay y de nuestra hermana República Argentina.

El árbol del Ceibo es autóctono de América del sur encontrándose en Argentina, el sur de Brasil y Uruguay.

Se desarrolla naturalmente en las riveras de los cauces de agua alcanzando una altura de entre 8 y 15 metros; Tiene raíces sólidas, el tronco robusto con una corteza con surcos, ramas espinosas y follaje de hojas caducas que se cubre en primavera de flores de intenso color rojo que se abren en el verano.

Recorriendo el campo a no mucha distancia de la nuestra costa es fácil encontrar un buen numero de ejemplares.



Existen algunas leyendas que tienen como protagonista al Ceibo, estas nos trasladan a los años donde los Charrúas eran los dueños de esta tierra, este es el resumen de una de ellas :


Un cuento narra que al arribo de los Españoles a estas tierras un cacique Charrúa pidió consejo al curandero de la tribu ante la extraña llegada de horribles seres mitad hombre, mitad animal y que en lugar de piel y cabellos lucían brillantes metales.

El brujo consulto al dios del bien (Tupá) e informo a su pueblo que con el tiempo serían destruidos si no aceptaban ser sometidos, algo que ninguno de los valientes Charrúas aceptaría.

Un joven guerrero llamado Zuanandí pregunto que rastro quedaría de ellos al morir en batalla y quién contaría de su presencia en su querida tierra.

El curandero respondió que el recuerdo de la raza perduraría tras morir el primer guerrero herido en batalla y que su sangre derramada no se secaría porque se transformaría en una flor que resurgirá cada primavera, que esta flor sería roja como labios destinados a revelar los grandes actos del pasado.

Agregó que sería sustentada por un árbol que nacería del cuerpo herido, que su tronco tendría el color de la piel del Charrúa, que sus espinas recordarían sus armas y que sus hojas tendrían en una faz el color de la esperanza que alienta la batalla y en la otra el color de las cenizas que dejarían los guerreros caídos gloriosamente.

Que su nombre sería Zuanandí en lengua Charrúa y se conocería por los otros como Ceibo.

Fué entonces que todos los guerreros se entregaron a la batalla.

Una joven Charrúa llamada Churrinche se acercó al curandero y dijo que el recuerdo del alma Charrúa no debería vivir solo y que debería volar bajo el cielo de esta tierra contando su historia.

El curandero contestó que la joven que consolara al primer guerrero herido será como una flor del árbol que ha creado alas, que sería ella y que llevaría su nombre.

Tras una cruenta batalla Zuanandí cayó herido y Churrinche ofreció sus manos para calmar su dolor, entonces el guerrero aún en pie sostenido por Churrinche, con el bosque nativo como testigo, se transformó en el robusto Ceibo y Churrinche en ave que prefiere la muerte antes que la esclavitud.


Fuentes
La Leyenda del Ceibo y el Churrinche de Humberto Zarilli, Escritor Uruguayo
http://www.chasque.net/vecinet/ceibo.htm